Esta semana mi
admirado fisioterapeuta Carlos ha devuelto la articulación de mi pie derecho a su sitio,
estaba desencajado. Dice que puede haberse producido por una torcedura,
esguince.. algunos de los varios huesos que componen el pie, después de un
movimiento brusco, puede que no vuelvan a su sitio.
Esto que parece
tan sencillo fue una de las razones por
las que, al cuarto día de iniciar el Camino de Santiago el pasado diciembre,
empezaran unos dolores en la rodilla derecha que desembocaron en tendinitis y
en tener que abandonar el Camino en Carrión de Los Condes. Entre tanto, visitas
a médicos, a urgencias, antiinflamatorios, reposo una semana, retomar la ruta….
y yo persistiendo. Aún así, completé la mitad del Camino, 310 kms
aproximadamente.
Ya en casa, últimamente
salía poco a caminar porque notaba que el pie derecho andaba “torcido”, y se me
sobrecargaba la pierna.
Enfin , con lo que me gusta caminar, he estado a punto de
abandonar… hasta que he acudido a Carlos. Ahora veo más cercano mi
propósito de acabar el Camino y llegar a Santiago!
Empecé mi
peregrinaje en Pamplona en diciembre de 2013, si bien (como tan acertadamente
dicen algunos), el Camino empieza en el momento en que decides emprender esta
aventura.
Estuve todo un mes
fuera de casa: Navidades, Fin de Año… hasta que volví el 7 de enero. Antes de
partir, estuve preparándome y entrenando físicamente para este reto que me
parecía imposible de superar.
Ahora para mi
memoria, para vosotros peregrinos, para los futuros caminantes, escribo aquí mi
experiencia. Iré publicando sobre mis avances actuales hacia mi recuperación,
dando saltos hacia atrás en el tiempo hasta los momentos de mi entrenamiento, y
por supuesto, compartiendo la vivencia de mi primera parte en el Camino, todo
ello con la esperanza puesta en que, los últimos posts que escriba, sean desde
Finisterre o la Plaza del Obradoiro.
Ésta es mi
aventura, mi Aventura a Santiago. Bienvenidos.
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